81. La Economía Más Eficiente es la Que se Basa en el Padre

Sus motivos en toda Su actividad se transformarían de egoístas a divinos, para el beneficio del todo. Luego, en lugar de expandir su negocio, ayudarán a sus hermanos a establecer empresas similares en los lugares donde residen para que puedan hacer lo mismo que ustedes han estado haciendo con éxito.

Entonces no necesitarían millones para desperdiciar en anuncios publicitarios innecesarios e incluso dañinos porque no estarían interesados en absoluto en el hecho de que es solo la operación de su empresa lo que es necesario para otros y que solo conocerían su empresa. Sus esfuerzos en beneficio de todos, sus acciones reales se basarían en el amor del Padre por sus hermanos, y aquellos que trabajan en su compañía notarían de inmediato estos esfuerzos sinceros, mientras que las vibraciones de amor emitidas por su alma serían sentidas por sus almas abiertas Por lo tanto, surgiría una firme interrelación, a través de las vibraciones del amor del Padre. Y la eficiencia del trabajo aumentaría enormemente, ya que las personas acudirían a su trabajo como una gran cooperación familiar en una u otra esfera, en lugar de realizar algún trabajo necesario por el cual se les pagaría poco dinero, lo que les permitiría llegar a fin de mes bajo las condiciones actuales de esclavitud económica. El desempeño laboral de los esclavos nunca puede ser productivo; tampoco lo es hoy, más aún porque la presencia de una relación espiritual entre los trabajadores de esa compañía, entre sus trabajadores y su liderazgo, entre el liderazgo de esta compañía y otras compañías es completamente rechazada. Y tal relación, cuando se comparte todo lo mejor de cada empresa, para lograr el mejor resultado posible para el beneficio del conjunto en lugar de para el beneficio de una empresa separada, aumentaría la productividad laboral.

El diseño e introducción de cualquier equipo, de nuevas tecnologías, se lograría de una manera más eficiente y creativa por amor al Padre y a toda Su creación, de la cual su planeta también es una partícula diminuta, en lugar de ser impulsado por un deseo de dominar nuevos mercados, recibir nuevos pedidos y apropiarse del mayor beneficio posible por el bien de un pequeño grupo de personas.

Debido a que el motivo de la ganancia desaparecería, no quedaría ningún objetivo para aumentarlo en una carrera loca. El dinero para vivir sería más que necesario. Por lo tanto, el horario comercial se reduciría hasta que, en última instancia, serían suficientes tres o cuatro horas de trabajo por día. El resto del día se dedicaría a satisfacer las necesidades espirituales, así como a la asociación mutua, la educación, la vida familiar y la adoración al Padre.

Tal camino de desarrollo económico salvaguardaría los recursos naturales actuales, bosques, vida animal y vegetal, lagos y ríos. Cambiará totalmente la estructura económica, ya que no habría necesidad de grandes y dañinas fábricas químicas que contaminen el medio ambiente, el aire, los ríos y los bosques, e incluso los hombres. Las cosechas producidas por el suelo sin fertilizantes químicos satisfarían abundantemente las necesidades de toda la humanidad que, en realidad, no son tan grandes. Hoy, la cantidad de productos desperdiciados supera con creces la cantidad recaudada. Y el producto obtenido no es el que debe cultivarse. La gente se mudaría de las ciudades de regreso al campo.